Contestación en un grupo de rocieros
de una red social ante la “locura” auténticamente colectiva con la Caridad, en
particular la admirable que se lleva a cabo –cada vez menos “anónimamente”-
desde la Bolsa de la Antigua Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Sevilla
en Triana, hasta que en plena “orgía” de filantropismo un individuo llega a
echar en cara genéricamente al colectivo de HH que es un “gasto escandaloso […]
200.000 € en romería para ir a ver a la Virgen”. ¿Desnortamiento? ¿Estulticia?
¿O simplemente marxismo puro y duro y la teoría de la suma cero hasta para ir
al escusado? Neuronas en funcionamiento, desde luego, poquitas. Así está el
patio. Aunque sea el de Triana que tenía tanto arte. Así están los “cristianos”
quiero decir.
“Para los que se escandalizan
cándida, cínica, hipócrita o torpemente de que la Hermandad haya gastado
200.000 euros en el último Camino, resumo mi postura y visión –netamente
liberal, como no podría ser de otra forma, y no lo oculto- de este presunto
despilfarro “habiendo pobres”, como se invoca, para desviarlo a obras de
Caridad presuntamente más cristianas y provechosas.
¡Qué nos gusta revolcarnos retozando
en le cieno del marxismo, sobre todo si nos salpican con un poco de Doctrina
Social de la Iglesia y nos regamos generosamente con la demagogia más ramplona!
Doctrina Social de la Iglesia del siglo pasado, por supuesto, llevada al
paroxismo por los Papas vaticanistas. Afortunadamente la Misericordia Divina se
ha apiadado de nosotros, sus pobres hijos, y el Paráclito ha iluminado a los
últimos Santos Padres –El Santo y El Sabio- para que enderezasen el rumbo.
A ver si nos enteramos de una
puñetera vez:
1º Los Mandamientos de la Ley de
Dios se resumen en dos. El primero, y de ineludible cumplimiento para un
cristiano, es amar al Señor sobre todas las cosas, claro, como es natural. La
Fe. Y el principal fin de una hermandad como la Pontificia, Real, Imperial,
Ilustre y Fervorosa Antigua Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Sevilla es
alabar y glorificar a Dios a través de su Santísima Madre representada en la
imagen de Nuestra Señoras de las Rocinas que se venera en su Ermita de la aldea
de El Rocío. Es decir adorar, glorificar, alabar e implorar piedad y
misericordia por nuestros muchos pecados al Señor Nuestro Dios y pedir a su
Bendita Madre que ruegue por nosotros ante El Todopoderoso como Medianera
Universal que es de todas las Gracias. En consecuencia, es el principal fin de
la Hermandad el organizar y promover el Culto –de hiperdulía- a la Virgen
María, fundamentalmente peregrinando hasta El Rocío para que nos rindamos a sus
plantas anualmente por Pentecostés.
Y al que no le interese y quiera
glorificar a Dios a través de la Caridad preferentemente pues tiene multitud de
formas para hacerlo, bien directa y personalmente, bien a través de la multitud
de órdenes y congregaciones religiosas, la impresionante Charitas parroquial, y
otras varias y admirables asociaciones u obras para la Caridad que existen en
el seno de la Iglesia, incluso fuera.
2º El segundo precepto en que se
resumen los Mandamientos Divinos es el que nos trajo la Segunda Persona de la
Santísima Trinidad cuando para redimirnos se convirtió en Hombre y habitó entre
nosotros: Amarás al prójimo como a ti mismo.
Y la mejor forma de Caridad
–Charitas-, Amor en una palabra con el prójimo es crear riqueza. Y ya está más que demostrada la falacia de aquello de que no es que unos tengan porque se lo quiten a otros, los poderos a los débiles, los ricos a los pobres, los empresarios a los obreros, los médicos
a los pacientes, los abogados a los representados, los comerciales a los
clientes o el tendero al comprador, no, como predican falazmente los marxistas.
Lo incontrovertible es que la riqueza se crea. O no. No se crea.
Estoy orgulloso de ser –aunque el
último y más humilde- hermano de una hermandad con una Bolsa de Caridad del
montante de ésta que tiene la mía, la Pontificia, Real, Imperial, Ilustre y
Fervorosa Antigua Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Sevilla. Pero
Caridad para casos de necesidad. Lo más importante es crear riqueza,
fundamentalmente con nuestro trabajo diario y nuestro comportamiento ejemplar
como cristianos y ciudadanos responsables.
En resumen que la mejor forma que
tiene la Hermandad de ejercer la Caridad es gastarse no 200.000 euros en la
Romería, sino 400.000. Y todos nosotros gastar lo máximo que tengamos –dentro
de nuestras posibilidades y orden económico- y procurar, además de Alabar a
Dios y rogar a su Bendita Madre, pasárnoslo lo mejor que podamos.
Porque, os ruego, que si
podemos, en vez de 10, compremos 20 cajas de vino, y os lo bebáis por mi salud y
la de mucha gente de Jerez, El Puerto y Sanlúcar de Barrameda que van a comer
de ello, muchas familias. Gente que trabaja en las viñas, las bodegas, la
tonelería, las fábricas de botellas, el corcho, los cartonajes, las artes
gráficas, etc. Y también muchos ingenieros y peritos agrónomos, enólogos,
químicos, etc. Y también van a ser más ricas las familias bodegueras de Jerez,
que se gastarán el dinero viniendo a El Rocío y creando riqueza entre mozos y
servicio, conductores, cocheros, criadores y cuidadores de caballos,
veterinarios, fábricas de pienso, de hielo, industria de automoción,
gasolineras, etc. etc. etc.
La Caridad a su tiempo, sin tragedia.
Que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha. Pero todo el mundo pa’l
Rocío a tuttiplén, sin complejos y con la cara muy alta y la conciencia muy
limpia. Meapiladas, cuantas menos mejor que ya somos muy mayorcitos y pensamos
un poco para que nos vengan con bobaditas. Y al que no le guste, como siempre…
que se la machuque, ea.
¡Regina Roris, ora pro nobis!
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