Léase: acomplejamiento o centrismo en lo político; cierto ecumenismo o el pavoroso reinocentrismo -más preocupado por la "Justicia" terrena vía igualitarismo que por la presencia divina en el hombre: la Libertad- transigente y, desgraciadamente, muchas veces cómplice con el marxismo, es decir, el ateismo general y la sociedad sin Dios, entiéndase en la vertiente religiosa cristiana y, más en concreto, eclesial.
¡Ojalá fueras frío o
caliente!
Mas porque eres tibio,
y no eres caliente ni frío,
estoy para
vomitarte de mi boca.”
Apocalipsis
3, 16
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