(Una del tan “cofrade”
cretopanchismo imperante).
A propósito de una canallada más
vertida allá por 2010 en “Pasión en Sevilla” por una de estas plumillas lilas del
periodismo “cofrade” que sufrimos, criadas mamando a los pechos de la prensa
fabiana que nos domina, esa del pensamiento único; lo políticamente correcto;
las medias verdades y la insidia si no la calumnia; la promoción de un
razonamiento en las masas mediatizadas, por intuitivo, simplón e infantiloide, envuelto del más falsario de los buenismos; radicalmente anticatólica –y por
ende antihispana- y valedora de un no sé qué tipo de cristianismo de manga ancha
–descosida o deshecha, más bien, se podría decir- en lo doctrinal y
desjerarquizado –asambleario, digamos, para que mangoneen los que siempre
manipulan en las asambleas, que ya los conocemos ¿verdad?-, ninguneador del
Magisterio, palmero y agradaó’ del marxismo, que sigue infiltrando a una parte
importante de la Iglesia y, por tanto, diabólicamente inspirado para la mal
llamada “secularización” o dejar a una sociedad entera, como ocurre, sin Dios:
de espaldas a la virtud, al fin y a la postre sin principios morales y éticos,
o sólo los dictados, como no podría ser de otro modo, por la casta o Gauche
Divine (antaño de pana, hodierno de coleta). Periodismo progresiaco prisaico,
en fin, conculcador de nuestras libertades y máximo responsable de la quiebra
de nuestro estado de Derecho y de la agonía del régimen constitucional de 1978:
ocultador de corruptelas (no las de ahora, no, las de hace más de treinta años con
las mayorías del Partido, inclusive el latrocinio de la Expo del 92);
manipulador en dos golpes de Estado; promotor del dialogo con terroristas y la "solución política del conflicto", a la par que encubridor del contraterrorismo criminal fuera de la ley; complaciente con
separatistas y la conculcación de la Soberanía popular; promotor de la quiebra
de la independencia judicial y la infiltración por adeptos serviles de todo el
aparato del Estado, entes civiles y “agentes sociales”; amparador del ruinoso
sistema de “vertebración” territorial o autonómico que padecemos; impulsor del
intervencionismo y estatalización más feroces, liberticidas y dilapidadores, mantenidos a base de la incautación de los bienes de los individuos mediante un
sistema impositivo rapaz y empobrecedor; dictador cultural, en fin, de la forma
más totalitariamente exclusivista y sectaria. Periodismo cuya línea siguen,
para desgracia de los ciudadanos, todos los medios de comunicación públicos y
la inmensísima mayoría de los privados, incluidos –y esto tiene hasta su cierta
gracia sino fuera tan terrorífico- los presuntamente contrarios al “régimen”
del Partido, partido que ha sido hasta ahora (observesé que, una vez chamuscado
hasta la carbonización, ya se han apresurado a buscar sustituto en versión más
actualizada y "casual") brazo impagable de los amos de este gran monopolio ideológico del pensamiento único en la comunicación. Estos medios privados, digo, que hacen de aparente oposición, pero que bailan al son del pensamiento único a través, como es el ejemplo que traemos a
colación, de numerosos periodistas infiltrados afectos a la causa, plumillas de un
cotorrismo y apapagayamiento escalofriantes, pero correctísimos políticamente,
claro, lametones en las manos de los amos incluidos.
.
Así fue mi respuesta (26-9-2010):
“La comparación de la lapidación de
una pobre -dicen que adúltera- en un régimen islamista –que considera la mujer
más cosa que persona- y tiránico –ahí están las grúas con homosexuales
colgando- como el de Irán con la ejecución de la pena capital –aun pidiendo
misericordia como cristiano- después de un juicio con todas las garantías en la
primera democracia del mundo y único país que nació como tal democracia, es
tirar de puro manual Prisa, como no podía ser menos, pero una auténtica
canallada. Una golfería más que viene de donde viene. Por qué no coge esta
criaturita –tan misericordiosa con el prójimo, sobre todo si así le metemos una
puyita a la Iglesia Católica- el paraguas para proteger a las víctimas del
terrorismo y preguntar qué pasó –pregunta retórica, claro, porque todos
intuimos la respuesta aunque la mayoría silbe para otro lado- en la matanza de
los trenes de Madrid. Es que a lo mejor se enfadarían los jefes de RTVA
¿verdad? Anda, vete a blanquear sepulcros a otra parte si no quieres coger la
misma vara para medir el mundo de las cofradías –sí, sí con muchos defectos-
que a tus jefezuelos del Partido. “Aparta que me tiznas” dijo la sartén al
cazo. ¿Esto es lo que te ofrece el ABC monárquico y liberal de mis mayores?
¡Dios mío de mi alma!”
Pagellus bogaraveo (besugo común o rojo, bogarrabella, voraz o bogazo; pancho o panchito para las formas juveniles). |
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