martes, 22 de julio de 2014

Amargura de Dulce.







           E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo y salieron al desierto de Shur  y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. [22] Y llegaron a Mara y no pudieron beber las aguas de Mara porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara. [23] Entonces el pueblo murmuró contra Moisés y dijo: “¿Qué hemos de beber?” [24] Y Moisés clamó a Jehová y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; [25] y dijo: “Si oyeres atentamente la voz de Jehová, tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos y dieres oído a sus mandamientos y guardares todos sus estatutos ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”. [26] Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas. [27]

Éxodo, 15:22-27







         Respuesta a propósito de la actitud de ciertos sectores contrarios a la actual Junta de Gobierno de la Cofradía del Santísimo Sacramento y Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo de Jerez de la Frontera, erigida canónicamente en la Iglesia Parroquial de Santa María de las Angustias y San Juan Bautista, vulgo de Los Descalzos, antigua del Convento de la Orden de Frailes Menores o franciscanos de la descalcez alcantarina, por el modo en que se ha vestido a su Amantísima Titular, la peregrina imagen de la Virgen su Dolorosa, portento del Arte cristiano que procesiona los Miércoles Santo, y que con ánimo de bandería se mueve a la interesada, mendaz e injusta voz o lema de: “Ésta no es La Amargura”. 






AMARGURA DE DULCE


          La Amargura, de dulce. Sí, está de dulce. Como toda imagen –o casi todas- de la Virgen de candelero o vestir arreglada con de una pizquita de arte p’arriba: gusto, sabor y paladar. Como la del Dulce Nombre en las manos magistrales de José Antonio Grande De León, que no sólo ha sido capaz de realzar más aún la suprema belleza guapa y castiza de la Dolorosa de San Lorenzo, sino que esos dedos y esa cabeza han sido tan hábiles como para sacar todo el partido a una Dolorosa antigua como la mesina Virgen del Socorro de la Archicofradía del Amor de Cristo. Imagen, esta última, de ésas a las que consideraríamos bellísimas pero no guapas y de un arreglo más que complicado para que afloren todas sus cualidades suaves y más finas, sobre todo si se pretende estar en “consonancia” o no chirriar con los dictados de las corrientes “estéticas” imperantes, ora hacia lo muelle y facilón  de “macarenero” aniñamiento ora a lo desgarrador patetismo “castellano” muy extraño a nuestros pretéritos gustos cofradieros tan apolíneamente idealizantes a fuer de naturales. Pues bien, Nuestra Señora del Socorro, es que está guapa, cuando hace bien poco que llegaba a pasar hasta por fea. No otra cosa ha ocurrido con esta portentosa imagen de la Amargura de Jerez de la Frontera.


          No quiero teñirme de melodramatismo si le digo que, cuando colgó Vd. esta pasada cuaresma en mi muro la fotografía de ese Bellezón con rostrillo suelto y pecherín refrega’o -a la manera de la calle Pureza pero aliviado-, no supe por unos instantes de qué imagen se trataba hasta que la mire a la cara: la Amargura. No cabía duda. Con todos los quilates de su singular e inefable belleza artística resaltados, como intuíamos hace tiempo que era posible sacar y no se realizaba. Con toda la unción sagrada, plenamente superlativa en dolor, pena, amargor y dulzura misericordiosa, más viva si cabe que nunca. De una vez: con todo el partido que se le debe y siempre se le debió sacar a tan peregrino icono de María Santísima Dolorosa en el próximo trance del Pasmo en la calle de la Amargura al ver a su Hijo, flagelado y coronado de espinas, cargando con su Gran Poder la pesada Cruz de nuestros pecados antes de morir clavado en Ésa que es Símbolo de la Redención del género humano sobre el Gólgota, tumba de Adán, pisando la cabeza de la Sierpe. Y más todavía que La tienen que arreglar. Sacarle más partido si fuera posible, algo que se me antoja ya poco menos que improbable. Aderezarle a la Virgen un buen ajuar de camarín, con encajes diversos, ricas sayas y mantos de tonalidades acordes no sólo con el tiempo litúrgico y la celebración de las Fiestas del Señor o de su Santísima Madre, sino además los propios para la conmemoración de la Pasión de su Divino Hijo y la muerte o tránsito a la Vida de todos los Santos y bienaventurados, así como para rogar por las Benditas Animas que esperan en el Purgatorio, como requiere nuestra Liturgia católica. Y deprisa. Antes de que nos nombren a un delegado episcopal de hermandades de ideología marxista, como les ha pasado en nuestra vecina y hermana Cádiz, y ya no nos permitan generar riqueza al encargar la hechura de ornamentos y objetos cultuales, amén de organizar los actos litúrgicos como Dios manda, con toda la pompa y la magnificencia que requiere el culto bien de latría –que se le rinde a Dios: Su Divina Majestad Sacramentada como Cofradía del Santísimo que es de la Parroquia de San Juan Bautista, vulgo de Los Descalzos-, bien de hiperdulía –a la Virgen- o dulía –a los Santos- en sus manifestaciones tanto internas como externas.


          Si los cambios van para mejor en una cofradía, por caridad cristiana se calla uno la mención pública de lo mal que estaba la cosa antes y le da gracias a Dios por los nuevos aires y por que se mantenga la travesía con rumbo tan favorable singladura a singladura. Pero a tenor de cómo se están desarrollando los acontecimientos y dada la inquina irracional de sectores contrarios a la actual junta de gobierno salida de elecciones limpias, no me queda más remedio que tomar posición, no fruto de antojos y gustos personales sino basada en la verdad que emana de la objetividad de los meros hechos y fundamentada en una larga experiencia y una vastísima cultura cofradieras que me cubren y en las que me amparo. 


          Claro que no es la Amargura. Pero no Ésta sino Aquélla. Tampoco no es que ésta no sea -la cofradía, digo, de ahora-, la que no lo era en verdad era aquélla. No era La Amargura, ni menos La Flagelación de toda la vida, la cofradía de casa –la de mis padres, quiero decir- esa hermandad languideciente y vulgarizada de los últimos veinte años. La Flagelación, con su Virgen de la Amargura, es que debe, debería ser la cofradía pujante de clase media –algo tan raro en el Jerez señoritil de antaño o en el caciquil de hasta ayer por la tarde- con sus nóminas, sus papeletas, sus listas y su nutrida presencia de hermanos de vida activa en la hermandad y cotizantes, tal como lo era cuando no lo era ninguna otra en Jerez, pasto, las más, del mayor desorganizado desorden que milagrosamente se ordenada de vez en cuando para poder seguir haciendo estación de penitencia a la antigua Colegial de San Salvador. La Amargura es que debe volvera ser, debería ser esa cofradía distinguida y elegante del centro, con su poquito de postureo a lo clásico y refinado, aun a lo serio y fúnebre como requiere tan sublime Imagen del Dolor y el estamento que compone el grueso de la Cofradía. Con su canasto clásico como sacado de San Lorenzo vía San Juan de la Palma, que es como debe ser. Lo que no debe ser La Flagelación es un Símbolo de la Redención que abre marcha en dorado chillón y requetetallado al más puro estilo guzmanbejaranesco, sino madera noble y plata, carey si se apura, que es lo que debería ser. No es tampoco arbolitos de navidad en las esquinas sino que debería ser candelabros cortos sobre la urna rococó que sustenta un Paso, un Misterio de la Pasión que se desarrolla en el Pretorio. Y la Flagelación por supuesto que es un cortejo con elegantes nazarenos juanmanuelinos en azul pero también debiera ser orden y servidores, libreas y ropajes sagrados del color del tiempo litúrgico. Rito y formas, en una palabra, al más puro estilo de lo más hispalense de la Semana Santa de la que deriva la jerezana, es lo que debe ser. Es, ya debería ser, un proyecto de palio -por descontado que purísima decantado al turquí- de más empeño artístico y técnico que el actual. Es o debería ser un repertorio de marchas acorde con la Pena de tan peregrina Imagen: una marcha fúnebre o solemne de calidad, entre cada “Amargura” de Beigbeder que suene. Porque tendría que sonar en esa proporción exacta: la mitad de las que se interpreten, casi a lo Valle en Sevilla, que así es como debería ser. Y por supuesto la Virgen debe ser vestida como en la actualidad: como nunca. Porque María Santísima de la Amargura ha ido siempre si no quieren mal vestida, sí por lo menos que sin sacarle todo el partido que merece tan bellísima representación de la Madre de Dios en semejante Trance de la Pasión y Muerte de su Hijo. Ahora está guapa, bella y más dolorosísima que nunca. Y con gusto. Máxime cuando hace unos tres años o así me metí en la red por gusto de recordar las espléndidas Dolorosas de Jerez y me las veo a todas vestidas a lo patético, con esos rostrillos chiquitísimos y esos estoques dignos de El Paula, pero todas, todas tragiquísimas sin excepción –o con alguna honrosa que no recuerdo, aunque fuera al “macarenero” estilo arrasador de los setenta y siguientes-. Esto de ahora sí que es seguir una línea original pero adecuada a la Imagen: ni el macarenismo catetón de pueblo de antaño ni las tragedias minimalistas de hodierno. Mi enhorabuena más complacida y afectuosa al vestidor responsable, por tanto arte y gusto vertidos. Que quiero hacer extensiva a la Junta de Gobierno. Para terminar, mi más sincero apoyo y ánimo ante la tarea de devolver a La Amargura, La Flagelación de siempre, vamos, al lugar que tuvo y debe volver a tener la esplendorosa Cofradía de la tarde del Miércoles Santo jerezano, con unas formas adecuadas a los usos y estética más refinados en los tiempos que corren para las cofradías. Y no hay que decirlo, ni Ésta ni Aquélla sino La de siempre: La Amargura. Pero arreglada tan divinamente como ahora.

          No les arriendo la ganancia a la Junta de Gobierno ni aunque sea la tenencia –de Hermano Mayor, me refiero-. Esperemos que los hermanos cabales den la talla. Del acompañamiento de San Juan podemos hablar otro día. Un cordial abrazo y a verlas venir, que el bicho está toreado y parece burriciego. Suerte y a ese toro. Cuidado con todopoderosos, faraones o egipcios, mares rojos, fuentes amargas o pueblos. Guardad rectamente los estatutos que os han sido dados pero también las formas. Feliz camino a Elim. Mis parabienes, aunque no os van a perdonar que a Mara Le hayáis devuelto parte de su primigenia Noemí, o sea, placentera, Dulce. 






          Y ella les dijo: “No me llaméis Noemí, llamadme Mara porque el trato del Todopoderoso me ha llenado de amargura”. [20]

Rut, 1:20





Sancta Maria Magdalena, ora pro nobis.




sábado, 19 de julio de 2014

Tibieza





          Léase: acomplejamiento o centrismo en lo político; cierto ecumenismo o el pavoroso reinocentrismo -más preocupado por la "Justicia" terrena vía igualitarismo que por la presencia divina en el hombre: la Libertad- transigente y, desgraciadamente, muchas veces cómplice con el marxismo, es decir, el ateismo general y la sociedad sin Dios, entiéndase en la vertiente religiosa cristiana y, más en concreto, eclesial.  













   ¡Ojalá fueras frío o caliente! 
Mas porque eres tibio, 
y no eres caliente ni frío, 
estoy para vomitarte de mi boca.”


Apocalipsis 3, 16










viernes, 18 de julio de 2014

Vuelta al calcetín (y la burra al trigo).









          A propósito de una canallada, perpetrada allá por 2007 y propia del terrorismo lila tan caro al periodismo kofrade que padecemos, aparecida en una sección de comentarios “históricos” del portal “Arte Sacro” titulada “Sabías que…?” típica del mamporrerismo de auténticos agrada’ores de los señoritingos de la memoria histórica, lo políticamente correcto y el pensamiento único, amén de responsables de la ruina moral y económica de una Nación entera, que nos han venido a manejar años ha, mamporrerismo, digo, que con delectación practican todas esta colección de impresentables, por ruines y mendaces, siempre de lametones con las displicentes manos de sus amos, plumillas que nos pretenden adoctrinar so capa de dar información. Este es el tenor de lo escrito:


¿SABÍAS QUE...?


          “En contraposición a la creencia popular, la verdadera historia sobre la Semana Santa de 1932 es muy diferente a la que ha pasado de viva voz. La única realidad de aquel momento es que las hermandades quisieron boicotear al Gobierno de la República, siendo la Estrella, por entonces una modesta hermandad de barrio, la única que hizo caso omiso del boicot”.








          Respuesta a otra mezquindad más en ARTE-SACRO.


 “¿SABÍAS QUE...?” PUES NO, USTED.


          Muy Señores míos:


          ¿Quién es le angelito responsable del “Sabías que...” que figura hoy junto a la noticia de la Hermandad de Nuestra Señora del Amparo? Lo cierto es que desconocía, pobre de mí, la verdadera historia, inmerso como estaba en creencias populares, que ahora esta alma caritativa se dispone a enseñarme. 




          Muy bien, estupendo: los incendios y destrucción de la Capillita de San José (12-5-1931, ni el mes de proclamada la República hacía) y de San Julián (8-4-1932, pocos días después de la famosa Semana Santa sin procesiones) ¿son una “creencia popular”? ¿En “contraposición” deberíamos poner los de Omnium Sanctorum, San Gil, Santa Marina, San Marcos, San Román, San Roque, San Bernardo, La Concepción de Nervión, Los Dolores del Cerro, Santa Ana, La O, Las Mercedarias, Las Salesas, El Buen Suceso, San Juan de la Palma, Monte Sion, Villasís? ¿Qué “verdadera historia” nos va a contar este prenda: que las imágenes de la Macarena y la Amargura fueron secuestradas por sus hermanos para boicotear la devoción de sus fieles y la República, o es que por poco nos dejan sin ellas? El ensañamiento con obras de arte y la profanación de tumbas ¿fue “muy diferente”? Los asesinatos y desmanes por pistoleros anarquistas y socialistas a diario ¿fueron “de viva voz”? La Constitución anticatólica ¿fue la “única realidad de aquel momento”? La persecución, tortura y martirio de católicos ¿qué fue, “un boicot”? La Estrella hizo “caso omiso” pero durante su procesión se produjeron graves altercados ¿qué fueron, provocados por las hermandades que no eran “modestas” ni “de barrio”? ¿El disparo a las imágenes lo realizo las fuerzas del orden? Los petulantes y canallescos señoritingos republicanos de izquierda en el gobierno creyéndose capaces de manejar el cotarro pero totalmente sobrepasados por las tropelías y salvajadas de los revolucionarios anarquistas y socialistas ¿era “creencia popular”? Los pucherazos electorales de 1931 y 1936 ¿fueron “boicot”? La revolución de 1934 contra la República que sólo triunfo en Asturias y Barcelona ¿es una leyenda urbana? ¿O son una leyenda esta panda de sabandijas nauseabundas, mendaces y malvadas que nos intentan meter con calzador una memoria amnésica, falaz, perversa pero que muy, que muy, muy políticamente correcta? 




          Quien así miente o se hace eco de semejante mentira sólo merece el calificativo de repugnante falsario, sobre todo utilizando un portal supuestamente cofradiero... perdón “cofrade”. ¡Marchaos con el engaño a otra parte, cuadrilla de canallas! ¿O es que no soporta vuestra mente infecta la contemplación de los testimonios gráficos? ¿Es que están trucadas las fotografías de las fábricas góticas chamuscadas, o la de la Hiniesta dolorosa transformada en pavesa, o la de los milicianos socialistas fusilando imágenes? ¡Ah, no, en realidad es que se trataba de falangistas encubiertos! No, ¿a lo mejor era el Requeté el que hubiera estado dispuesto a llevarse a la Virgen de los Reyes por delante? A ver ¿qué más? ¿Quién impidió que salieran las cofradías? ¿Franco? ¿Aznar? ¿Bush? ¿Los obispos? ¿Los terroristas suicidas del Golpe de Atocha? Toda sea esta repugnante memoria por salvarle la cara al socialismo, la ideología que alimentó los dos grandes totalitarismos asesinos de la historia: el comunismo o socialismo real y el nacionalsocialismo o fascismo; la que siempre ha impedido cualquier progreso y libertad en España, incluyendo los intentos republicanos de los admirados pero muy ingenuos, Ortega, Marañón y Pérez de Ayala. 




          Cuídense un poquito de semejante bazofia intelectual, señores de Arte Sacro, y no nos hagan a sus internautas comulgar -es un decir- con las ruedas de molino de semejantes sapos y culebras como los que reiteradamente pululan por “Sabías que...” Pues no, no lo sabía ¿Y la madre de usted: bien, verdad? Pues póngame a sus pies de ella, pero váyale a ella con estas canallescas tropelías que hieren mi sensibilidad cofradiera e insultan mi inteligencia y sentido común, porque lo que mientan de “púlpito” hoy es de juzgado de guardia, de verdad, patético. 




miércoles, 16 de julio de 2014

Con Ojeda bordando sin hilo dando puntadas

Una interpretación de cuarenta años de Semana Santa en Jerez de la Frontera








          Entrevista para Cofrademanía un poco antes de saltar a la fama nacional Álvaro Ojeda. Sin sonidos de golpes en la mesa o exclamaciones procaces. Con intención de opinar con racionalidad y veracidad. Sin ánimo de abrazar ningún tipo de farola. En plan serio y con la calor de Julio, en un velador de “La Moderna” junto a la argamasa almohade de la antigua muralla de Jerez de la Frontera. Una visión como aficionado a las cofradías, amén de cristiano y devoto, de los últimos cuarenta años de su Semana Santa y un intento de interpretación de los acontecimientos vividos en la Ciudad desde un punto de vista liberal y con el horizonte del deseo de vivir en sociedades abiertas.

















domingo, 13 de julio de 2014

Esperemos.














         Esperemos que […] cada vez sean menos quienes atribuyan al Estado la función de estimular la economía y más quienes pasen a observarlo como uno de los principales obstáculos para el bienestar de nuestras sociedades: no sólo en momentos de prosperidad sino, de manera muy especial, durante los de adversidad y crisis.




                                                                                            Jesús Huerta de Soto 








Fotografía: Áureo Sanz Ruiz

sábado, 12 de julio de 2014

Podríamos.







         Podríamos ser un poco más juiciosos, maduros y responsables económica, social y políticamente. Fundamentalmente porque las posturas y actitudes de cada uno de los miembros de una sociedad –máxime en un sistema de más o menos efectiva democracia liberal- afectan al conjunto de los individuos y, principalmente, al bien sagrado de la Libertad individual, que puede ser, es tantas veces conculcada al dictado ilegítimo de mayorías irresponsables o cretinamente sectarias, por muy mayoritarias que sean.

          Estoy hasta las narices mismamente de que se aúpe al poder a auténticos mindundis o caraduras, a demagogos de toda laya y condición con ganas de poder para manipular, derrochar, enchufar y trincar. Y que lo único que hayan hecho es arruinar a mi país y, con esta ruina, labrar la mía y la de millones de mis conciudadanos.

          Podemos, desde luego, pero claro que podemos, faltaría más, empeorar más aunque ya nademos en las penurias de la ruina más lamentable. Estoy hasta las narices de mayorías absolutas de sinvergüenzas como González, que me presenten a cabezas hueras como el colmo de la sensatez en el caso de Anguita, que puedan llegar al gobierno canallas sectarios como Rodríguez o que jaleen la demagogia barata de caraduras sin escrúpulos como Iglesias, protestantes, desde luego.

          Estoy hasta las narices de que cuando, entonces, corriendo asustados aupamos a la “derecha” al poder para que nos saque las castañas de la ruina del fuego de la demagogia y el latrocinio socialistas, nos hayan servido amoldado y aleccionado a un partido que se manifiesta cómplice de los intereses y privilegios de la casta nacionalsocialista que nos ha gobernado desde hace más de treinta años llevándonos hasta la ruina económica y social más aterradora, y que, encima, por boca de su cabeza dice no reconocerse en los principios liberales o conservadores al uso –cada vez menos efectivo, hay que decir- de las democracias avanzadas anglosajonas norteamericana y británicas. Como decían el otro día atinadamente: “un gobierno de izquierda con una oposición de extrema izquierda”. Pobre España. Que Dios nos coja confesados. 






Fotografía: Áureo Sanz Ruiz

martes, 8 de julio de 2014

De marcha con… Un grito de Madrugá’: ¡Socorro!

No por mucha madrugá te parece tan cansado 




Fotografía: Áureo Sanz Ruiz




         Respuestas en una diatriba a propósito de la mención en un grupo cofradiero de la red de una retahíla de compositores de marchas procesionales de la penúltima hornada y del “gusto” musical “cofrade” hodierno, en comparación –no sé si odiosa- tan sólo con la sublime “Sevilla cofradiera” del genial Gámez. Al final, para ir terminando con unos comentarios sobre su ejemplo más prístino, madrugador y acabado, madre de todos los desmadres que oímos en los Días Santos una calle sí y la otra, también. Todo, cómo no, salpicado con las contestaciones a los “argumentos” de la moderna dialéctica al uso, preñada de los más garrulos sofismas y lugares comunes tan caros al pensamiento único y lo políticamente correcto de la gente progresiaca que padecemos –tan gárrula, por otra parte, como insustancial, a más de cómicamente engreída de la puesta en escena que hace de las tres ideas preconcebidas y mal aprendidas que maneja-. Maneras de argumentar, ay, que se han contaminado hasta los pobres acomplejados de la acera contraria.



“Sevilla cofradiera” (1972). Pedro Gámez Laserna.
Banda de Música Sinfónica Municipal de Sevilla.


          “Es que los que Vd. mienta son genuinos representantes de la Sevilla “cofrade”. Nunca podrán componer algo tan sublime como esta pieza que aquí se trae a colación –o cualquiera otra de las suyas- del genial Don Pedro Gámez Laserna: lo más grande en marcha procesional, con permiso de los inmensos Manolos, Font de Anta y López Farfán. Además, estos prendas la habrían titulado “Sevilla cofrade” o “Sevilla del Guadalquivir” o “A ti… Sevilla” o “La Sevillaná” o “Carmesí y Oro” o yo qué sé. Ahora bien que, con su permiso, haría un distingo con el apartado de pacololadas y el de caínadas, como máximos exponentes de la degradación de la marcha en Sevilla.”








          Un despistado que decía que bueno, sí, que había mucha marcha mala pero que por lo menos modernamente se había compuesto alguna buena, como “La Alatristá’”, marcha que le priva, evidentemente, y a la que reputa como excelente y modelo acabado de tal género de música procesional.


          “Precisamente por "La Madrugá". Horrorosa hasta en el título. De una bajísima calidad artística. Con una pretenciosidad ridícula, en plan como solemne y que al final queda como la música de una película mala de miedo de serie B. Y más aún en comparación con no ésta o aquélla, una u otra, sino con la lista de grandes marchas sevillanas y de otros lugares, compuestas por el elenco de maestros españoles del género que sin querer se te viene a la cabeza en sucesión interminable. Propia, desde luego, para agradar en los tiempos ramplones, chabacanos y comerciales que corren. Lo de elevarla a obra cumbre tiene delito, aunque sea p’a jartarse de reír.”


          “Bueno, y para no acordarnos de la santa madre de algunos ¿por qué no toma la gente como icónica de marcha “de ambiente” este marchón de Font padre, gran compositor y eximio instrumentador que arregló para banda “Virgen del Valle” y todas las partituras procesionales de su hijo Manuel y “Resignación” (“Victoria Dollrosa”) de José? 



”A la memoria de mi padre” (1899). Manuel Font y Fernández De La Herranz.




Fotografía: Lucía Mas Canalda




         Otro con guasa que me recordaba las tenebrosas recogidas en El Salvador los Domingos de Ramos, a ver si nos encogíamos o reculábamos por Amor, con mayúscula evidentemente.


          “Lo de la Archicofradía del Amor, de la que soy el último de sus hermanos, tiene delito pues posee para la bellísima Dolorosa del Socorro la que algunos consideran la mejor marcha de Gámez (y aquí sí que se puede decir que para gustos, colores o marchas de Gámez). Atención cómo en el tema de entrada se va repitiendo la misma frase en la que van entrando diferentes instrumentos a diferentes voces. El solemne tema central. El picado o fuerte de bajos maravilloso y elegantísimo con cornetas (antes que el picado o staccato con cornetas de la preciosa “Virgen de Montserrat” de Don Pedro Morales Muñoz). Y por último el melancólico y dulcísimo trío, propio para ir subiendo por la “rampla” esa maravilla “pesona” y “culona” que es el paso de palio del Socorro, antes de que suene la “Marcha Real” sin solución de continuidad tras el último acorde. Eso sería estética y gusto. Y no el horror de ahora con la “Alatristá’”.”



“Nuestra Señora del Socorro” (1964). Pedro Gámez Laserna.
Banda de Música, Cornetas y Tambores “Nuestrra Señora de la Victoria” (“Las Cigarreras”) de Sevilla.








          “Pero es que además tenemos esta maravilla de Don Pedro Morales que no estaría nada mal para embocar la plaza del Salvador desde Álvarez Quintero. Sí, es cierto que el repertorio ha mejorado grandísimamente estos últimos años, pero… Antes la cainada era en la plaza “Virgen de los Reyes”.”



“Amor y Socorro” (1994). Pedro Morales Muñoz.
Banda de Música, Cornetas y Tambores “Nuestra Señora del Valle” de Burguillos.








          “Y para mayor inri -no tan bonito como el que remata la cruz del Amor Crucificado (Don Antonio Rodríguez Buzón dixit)-  tenemos una marcha de Don Manuel López Farfán. Tan elegante y genial como todo lo suyo. De emoción y repeluco: una plegaria musical sentida y exquisita para una de las imágenes cumbres del Arte de todos los tiempos y, por supuesto, de los Crucificados, con permiso de la del de la Clemencia de Montañés. Pero, nada, gustos y colores.” 



Al Santísimo Cristo del Amor (1907). Manuel López Farfán.




Fotografía: Áureo Sanz Ruiz





          El mismo despistado que ponía como argumento de autoridad que en los repertorios de cofradías “serias” se interpretaba la cainada.


          “Al repertorio de Amargura (sosísimo) o Valle (tristísimo, musicalmente hablando) me remito. Y señeras sí que son señeras –mucho, muchísimo- estas cofradías, pero el sentido de la estética pues como que bajeando, en este campo de la música procesional, así como en otros relacionados con el Arte cofradiero –y si no fíjese en los espantosos faldones que para la Virgen del Rosario estrenó la cofradía de la Macarena que siempre ha sido un portento de arte y finura, pues sólo su carita inspira o inspiraba a cualquier artista, desde poetas a bordadores u orfebres-.”




Fotografía: Áureo Sanz Ruiz




          Sin desmallo, después de poner sobre la mesa el manido, mendaz, paleto y perverso “para gustos, colores”, echar mano del repertorio del “folclore negro”, no tiene otra que espetar que qué pasaba, que si nos creíamos catedráticos.


          “Catedrático, no, ni hablar. Pero muchas, muchísimas horas de audición de marchas procesionales, música clásica o culta (desde religiosa o profana a militar), popular española (desde zarzuela a flamenco, pasando por pasodoble y copla) o jazz, sí que tengo; y créame que no son malos palos. Y además mis primeras, intermedias y últimas opiniones de humilde aficionado coinciden casi milimétricamente con la de cualquier experto, lo que pasa es que ellos razonan mucho mejor que yo técnica y artísticamente el aserto de la baja calidad musical del mentado afamando compositor. Tan afamado como Manolo Escobar o Los Chichos en su época, sea dicho con todos los respetos.”




          Comprobando que no había arreglo para la cosa.


          “A ti los desterrados, Hijos de Eva, gimiendo y llorando en este Valle de Lágrimas de Sevilla. Ea, pues, Señora, Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos maravillosos, cautivadores y misericordiosos, y que nuestros oídos no vuelvan a oír otro de las frutos de nuestro hermanito Caín.” 





Fotografía: Áureo Sanz Ruiz




          Una nueva llamada de Socorro con mucho Amor.


          “Por tener hasta nuestra marvizonada tenemos y no exenta de cierto gusto y calidad. Amor es mucho Amor.”



Amor (2007). Manuel Marvizón Carvallo




          Un postrer recuerdo a los grandes.


          “Los Font, Gómez Zarzuela, Farfán, Peralto, Borrego, Patión, Braña, Gámez, Morales… y Beigbeder. Sublime: la esencia musical de la marcha."



“Amargura” (1949). Germán Álvarez Beigbeder.
Orquesta Sinfónica de Málaga. Dirección: José María Álvarez-Beigbeder a: “David Beigbeder”. 




Fotografía: Áureo Sanz Ruiz