jueves, 7 de agosto de 2014

De Caridad y baratillos.







          A vueltas con la falacia de la suma cero marxista, la demagogia de los pobres y la Caridad mal entendida como mera limosna –aunque sea un plato en un comedor social o una cama en un albergue de la Iglesia para indigentes o un campamento de verano para niños desvalidos- alrededor del mundo de las Cofradías y las artes suntuarias para el Culto Sagrado. Concepto de la Caridad –bien el de la limosna o dar, bien el de la obligatoria subvención estatal con o sin oenegés de por medio- que, despojado de la idea de Amor de Dios compartido, lo han convertido en mera filantropía o “solidaridad” –mayormente obligatoria, vía impuestos- prescindiendo de cualquier natural y lógica referencia divina para un cristiano y, sin lugar a dudas, totalmente contrario a la creación de riqueza. Riqueza y su creación tan odiadas por los intervencionistas de toda condición por requerir y depender de la libertad; por esquivas y renuentes a las intromisiones y las trabas estatales; por escaparse, en fin, de las garras de tanto manipulador aprovechado. Porque es la riqueza creación individual y fruto del trabajo y la especialización; del esfuerzo y del riesgo de las personas con las herramientas del capitalismo, el mercado libre y el imperio de la Ley, independiente y sin estar sometida a las arbitrariedades de los todopoderosos gobernantes. Porque, al cabo, ha sido el único sistema, el de las libertades y la contención de la intromisión estatal, el único capaz de generar riqueza y prosperidad para la inmensa mayoría. Y la auténtica Caridad consiste en la creación de riqueza y que la gente la pueda disfrutar una vez ganada con el sudor de la frente mediante el trabajo y el esfuerzo personal. 


Antonio Amián y Austria, diseñador y orfebre

  

Sevilla rechaza limitar el gasto de nuevo patrimonio para las cofradías. (2014). Esteban Romera. Pasión en Sevilla. ABC de Sevilla. 6-8-2014.



Cayetano González Gómez, diseñador y orfebre




           La verdad es que no sé si contestar porque da la sensación de, al hacerlo, estar entrando a un vulgar trapo que malamente te presentan algunos que quieren tomarte el pelo. ¿Entonces, resulta que a los Señores Leal, Carrera, Manzano, artistas, o al mismo Romero, actual Hermano Mayor de la Hiniesta y anteriormente encargado de su importante, discreta y admirable Bolsa de Caridad, qué digo, al propio Reverendo Padre Marcelino Manzano, les da lo mismo que la gente se “muera” de hambre? ¿Ah, sí? 


Ignacio Gómez Millán, diseñador


          ¿Que los talleres pueden esperar? ¿Ah, también? ¿A qué? ¿A cerrar, y que sus dueños, directores y empleados se queden en la calle y engrosen las amplísimas listas de los que llaman a las puertas de las heroicas, emocionantes y cristianísimas por desinteresadas, calladas y amorosísimas –de tan muy caritativas- Bolsas de las Cofradías pidiendo algo de comer? 


Juan Miguel Sánchez Fernández, pintor y diseñador


          ¿Qué es todo? ¿Quién, los demás? ¿Cuáles, los camellos? ¿Dónde, los ojos de aguja? ¿A qué se refieren con toda esta farfolla, simplista en el mejor de los casos, ruin me da la impresión? 


Taller de bordado de Carmen Campmany
  

          A ver, refrescando la memoria a tantos católicos desnortados –ahora, con más motivo desgraciadamente- y “reinocéntricos”, en palabras del Papa Sabio, pero de un reino de este mundo no del Reino -de regir, prevalecer- de Dios. De otra forma: es decir, más proclives a la administración de una supuesta “justicia” terrena basada no en la igualdad de derechos y ante la ley de cualquier persona –ciudadanos de pleno derecho, políticamente; imágenes de Dios, cristianamente- sino en la igualdad impuesta, en el igualitarismo, en esa mal llamada “solidaridad” que por obligatoria no lo es, no llevada a cabo por Amor sino por imposición. Un igualitarismo redistribuidor, injusto siempre –y a pesar de las mejores de las voluntades-, además de controlado y dirigido desde el Estado. Estatalización, por tanto, que hace tan proclives a estos “cristianos” igualitaristas al entendimiento, colaboración y complacencia con el marxismo o el socialismo en general, que no es sino una doctrina basada en el materialismo positivista al fin y, por tanto, que es ateo, Ius positivista y, consecuentemente, conculcador de las  libertades. Libertad, la individual, la de cada hombre, que es el don más preciado y valioso, después de la Fe, recibido por la Gracia del Altísimo y por el cual nos asemejamos a Él, siendo no animales irracionales e irresponsables sino criaturas extraordinarias y dueños de nuestros actos. 


Pilar y Amalia Granado Vázquez. bordadoras


          Recordemos. Primer precepto de la Ley Divina: “Amarás a Dios sobre todas las cosas”. El primero ¿verdad? ¿Está claro? 


Concepción Fernández Del Toro, bordadora


          El segundo: “Al prójimo como a ti mismo”. Por supuesto. La Caridad o intentar desinteresadamente repartir algo, dentro de nuestras imperfecciones y límites como hombres, del infinito Amor con el que Dios nos regala continuamente. También claro ¿verdad?  


Juan Manuel Rodríguez Ojeda, diseñador y bordador, en su taller


          Y no creo que haga falta recordar les enseñanzas del Evangelio con respecto a la actitud de cada una de las hermanas de Lázaro, que moraban en Betania y que eran amigas de Nuestro Señor: Marta y María. Y la recriminación de las formas aparentemente dispendiosas o “frívolas” para con Cristo de María por parte de Marta ante el mismo Maestro. Y la reconvención de Éste a la Santa Hospedera, que por otra parte se estaba dando un tute impresionante de trabajar. 


Juan Manuel Rodríguez Ojeda, diseñador y bordador


          No creo que haga falta recordarlas porque todos las sabemos –las enseñanzas, las que debíamos por lo menos de saber y, sobre todo, recordar con mayor frecuencia y frescura- y porque, sin duda principalmente, no me gusta tomar el Nombre de Dios en vano. Por favor, dejen de tomar el Santo Nombre de Dios en vano. Sobre todo si es para, más que interesadamente, arrimar agua al molino del remordimiento de la conciencia de cada uno en particular. Sobre todo, especialmente, si es con la canallesca intención, explícita o implícita, a sabiendas o inocentemente, de recordar y refregar por los morros a los demás nuestras faltas con el Amor de Dios que se le debe al prójimo. Recriminar o, soterradamente, señalar más que nada a los que tanto nos preocupamos y nos regocijamos en alabar a Dios con toda la pompa y ornato que se debe siempre al Culto Sagrado -bien de latría, hiperdulía o dulía-, gastando un dinero que va a parar a los honrados hogares de tantos artistas y artesanos; que tanta riqueza crea promoviendo industrias de materias destinadas a tal fin; que tantas tradiciones conserva -que no son sino bienes espirituales y culturales-; que tanto, en fin, se corresponde con el Primer Mandamiento de Amar a Dios sobre todo; y que, para rematar, se produce en el seno de instituciones como las Cofradías cuyo principal fin no es la Caridad con extraños pero que la practican tan admirablemente, pues –no se olvide- su primvm movens debe ser el Culto. 


Manuel Gamero Díaz. vestidor


          No tomen el Nombre de Dios en vano. No, para recriminar al prójimo su falta de Caridad. No, sobre todo, si se hace, aun inconsciente o inintencionadamente, desde esa falsa e impostada superioridad moral de los progresiacos de toda laya y condición que se autodenominan de “izquierda”. Porque a los que en verdad sí reconvenía el Señor era a los santurrones y meapilas hipocritones y más falsos que una perra gorda de la época, verbigracia: los fariseos y saduceos. “Sepulcros blanqueados”. Y lo del óvolo, la viuda y la limosna con el sonido de las monedas, también convendría recordarlo con más frecuencia. 


José Hernádez Díaz, historiador de Arte


          Por último: estoy hasta las narices del individuo éste que utiliza de anónimo el respetabilísimo y admirable nombre con que el vulgo nombra a la Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santa Cruz en Jerusalén. Encima, gritando y chillando en la red, que no otra cosa es la ordinariez de escribir con mayúsculas. Gracias a sus ideas liberticidas, intervencionistas y disparatadas estamos donde estamos: en la ruina más absoluta. Gente como este individuo es la responsable de que aquí, entre otras cosas, no se cree un maldito puesto de trabajo. Cuanto más rapaz y voraz, a fuer de intervencionista, es un Estado mayor es, lógicamente, la economía sumergida, la atonía empresarial, la falta de creación de riqueza y el empobrecimiento de los ciudadanos. Estoy de verdad hasta las narices de aguantar simplezas y bellaquerías del cariz de las que se pronuncian por personajes de semejante condición y que han llevado a la ruina moral y económica a España y a tantos de mis conciudadanos. 


Formación en 1913 de la actual Banda de Música, Cornetas y Tambores de la Asociación Filarmónica "Nuestra Señora de la Oliva" de Salteras


          En Caridad, la limosna no deja de ser un parche. Bendito remedio, pero temporal e insuficiente. La creación de riqueza, de empleos, promover y mantener la suficiencia y la independencia económicas y, en suma, personales de la gente mediante el dignísimo fruto del sudor de sus frentes trabajando para poder vivir como verdaderas criaturas de Dios que son, es el verdadero Amor. 


San Cayetano de Thiene. Iglesia Parroquial de Sra. Santa Catalina de Alejandría, Mártir


En la conmemoración de San Cayetano de Thiene, cofundador de la Orden de Clérigos Regulares del Oratorio del Amor Divino (Teatinos) junto al obispo Juan Pedro Caraffa (1476-1559),  más tarde elegido Papa Pablo IV, santo de la Divina Providencia y patrono del trabajo y del pan, su fruto, además de protector de los desempleados que buscan en qué emplearse. 


San Cayetano de Thiene. Compás de la Iglesia del Hospital de San Antonio Abad de Canónigos regulares de su Orden (Antoninos) y  Capilla de la Santa Cruz en Jerusalén y Dulcísimo Jesús Nazareno anexa

  
Sanctvs Gaetani, ora pro nobis. 







          P.S. Para Alguna, más que Ninguna, ni necesarias serían las artes suntuarias pues es El Arte y La Belleza mismos.





  

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