martes, 15 de abril de 2014

TARJA COFRADIERA. IV. LOS CRISTOS: QVIS SICVT DEVS.









           A la Paz de Dios, lector, inmersos ya en Todo –regusto en la nariz a incienso y fritanga de tapas– que el Martes Santo siempre nos coge como si todo el año nos ocurrieran estos gozos, como si el comienzo hace dos días hubiese sido hace un siglo, como si no fuera a terminar esto a la vuelta de la esquina. Tanto Todo, sin acordamos que saetas de la nostalgia –sansebastianes por el recuerdo que somos– desgarrarán el espíritu –más débil que la carne– dentro de poco.


          Y van desfilando día a día, por orden de antigüedad –cada cofradía es soberana– con sus cuerpos de nazarenos; sus insignias –Charitas Christi... miserere nobis–; su música y sus silencios; sus recorridos añejos y –horas; sitios– su público; sus presidencias y sus acólitos –ceriferarios y turiferarios– siempre detrás, inmediatos al paso, dos a dos –Via Sacra– en fila. Vamos, haciendo estación a la antigua Colegial con to’s sus avíos, como Dios manda (ésta sí que es un pe’azo de Magna) nuestros pasos de Cristo.


         Jerez en talla: imágenes –esculptura– y andas –emsamble– paso a paso nos muestran el Retablo de nuestra Pasión. Poquito a poco –“Venga de frente; siempre de frente; no corré’...”– se aparecen sus Cautivos: elegantísimo Consuelo (más despreciado por el pueblo que por Herodes); inefable Prendimiento (o la imperfección perfectamente cofradiera). Sus Varones de Dolores: Flagelado (expresión de un loco de atar, tanto dolor); Coronado (en la cara no adivinamos si son espinas o asco por bromas pesadas, tan de Jerez); Presentado (magnífico y olvidado que todos los años nos tienen que recordar: “Ecce Homo”); y sus Penas, en una mirada clara al cielo (Cachorro vivo por clavar) hagan lo que hagan los Judíos. Sus Nazarenos: Jesús, Hombre (tan morado de hematomas y lirios); Cristo, Dios (pasión por la Via+Crucis). Sus Crucificados en impresionante serie de Tratado de Arte: Viga (nada mejor en gótico); Esperanza (naturalismo mesino); Salud (auténtico protobarroco); Lanzada (cabeza de guedejas roldanescas); Defensión (la serenidad distante, neoclásica). Y sus Yacentes: mortaja y Entierro del Varón del pueblo (desenclavado, siempre por enclavar).


         Pasos de Cristo, los que no tienen palio. Sólo dos hay  marianocéntricos: Angustias y Loreto. Pasos de la Pasión, escenas entronizadas sobre andas, catequéticamente trentinas: parihuela antigua de madera –robustos zancos; zambranas para descansar la gente de abajo– que sostiene una mesa –arriba el canasto; colgando los respiraderos–. Madera –dorada; en su color– o plata.


          Importados directamente de la Urbe: Cena (Cachorro) de Castillo, con disposición y talla de carnosidad naturalista al estilo Susillo, su maestro; Santa Marta (San Benito) o la elegancia de las urnas ligeramente piramidales; Amor (San Buenaventura), ranciedumbre antigua, ay, desaparecida –como cambiar el baño con Porcelanosa y ponerle hasta "yakusi"–. Directamente inspirados: Flagelación (peana rocalla del Mayor Dolor y Traspaso a través de San Juan de la Palma) tristemente amputado –candelabros cortitos para pasos de tribunal o interior– con árboles dignos de otras Pascuas –Navidad y Epifanía– que no la Florida; Viga (Estudiantes, pero sin cardos); Tres Caídas (como el anterior de las Penas de San Vicente); Santo Crucifijo (Amor, tan antiguo como coetáneo del paso del Gran Poder y realizado también por Francisco Antonio Ruiz de Gijón, autor del Cachorro); Nazareno (Baratillo). Grandes canastos clásicos: Transporte, Judíos, Vera+Cruz, Huerto. Y la plata: Ecce Homo (túmulo antiguo, monumento sacramental para presentarnos al mejor de los nacidos); urna para el Yacente (Laureano de Pina) digna del cuerpo incorrupto de un Santo Rey. 


          Cera siempre blanca (la luz roja para los garitos de alterne); flores en frisos (nunca más de un clavel o dos en altura) y montes planos y compactos (los plastrones a los pies de los crucificados restan airosidad). Clavel y lirio (las margaritas para el centro en la tienda de la niña que se te mete a diseñadora). Las tartas (bouquets de los cursis) a los pies de las imágenes, para los cumpleaños, y las ofrendas florales (con celofán, por supuesto), como la yerba, pa'l c... tu'rmana (léase: conejo).


          Coda: Las ausencias no son olvidos, que mencionarlas a todas, cantándolas, es una de las muchas servidumbres del Pregonero.




                                                                                                          AUREO SANZ RUIZ


Publicado en el diario “ABC. Edición de Jerez” el 10 de Abril de 2001, Martes Santo.




NOTAS (Para lectores sevillanos poco hispalizados con escasos conocimientos béticos). 


Nuestro Padre Jesús del Prendimiento


Nuestro Padre Jesús del Consuelo en el Desprecio de Herodes



Sagrada Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo


Santísimo Cristo de la Coronación De Espinas


Ecce Homo


Nuestro Padre y Señor de las Penas


Nuestro Padre Jesús de la Via+Crvcis


Nuestro Padre Jesús Nazareno


Santísimo Cristo de la Viga


Santísimo Cristo de la Esperanza (Vera+Crvz)


Santo Crucifijo de la Salud


Sagrada Lanzada de Nuestro Señor Jesucristo


Santísimo Cristo de la Defensión


Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo





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