Ponle flores a esa Carreta de plata... (15 al 23 de Mayo de
2013).
Comentarios a propósito de una
interpretación sobre el simbolismo del exorno floral de la Carreta del
Simpecado de la Hermandad de la Virgen del Rocío de Triana durante su anual
peregrinación del año 2013 hasta las Benditas Plantas de tan Celestial Señora
en el Santuario de su Aldea donde se La venera. Traducción iconológica a
caballo de la Clásica y la Cristiana,
así como desde la perspectiva de la Iconografía del Arte Mitológico y Sagrado.
“Deseo expresar públicamente mi más
sincera enhorabuena y emocionado agradecimiento tanto al Prioste como a sus
colaboradores por el gozo espiritual, ya estético ya religioso –teológico,
pudiera decirse-, que me han hecho sentir con el exorno floral de la Carreta
del Milagroso Simpecado de nuestra gloriosa Pontificia, Real, Imperial, Ilustre
y Fervorosa Antigua Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Sevilla en Triana,
que quiero hacer extensivos a todos los miembros de la Junta de Gobierno que preside
NH Mayor Don Ángel Rivas Prieto.
Porque si en cuestión de flores,
estéticamente siempre ha ido intachable e impecable, como no podría –o debería-
ser de otra forma en nuestra bicentenaria Hermandad, santo y seña entre todas
las del Orbe que rinden culto a la Virgen bajo la advocación del Rocío y
peregrinan anualmente a la Aldea por Pentecostés; esta año, he querido ver una
intencionalidad simbólica añadida a la puramente estética. Y aunque a veces en
Arte el crítico ve intencionalidades más allá que el propio autor, yo, que no
soy crítico pero sí critico –demasiado, casi siempre-, lo he visto como sigue.”
BREVE APUNTE ICONOLÓGICO Y
SEMIÓTICO SOBRE EL SIMBOLISMO EN EL EXORNO FLORAL DE LA CARRETA DEL SIMPECADO
DE LA ANTIGUA HERMANDAD DE NUESTRA SEÑORA DEL ROCÍO DE SEVILLA (TRIANA) DURANTE
LA PEREGRINACIÓN DE 2013.
*
El miércoles 15 de Mayo se presentó
en la calle Evangelista, ante la puerta de la Capilla de Santa María del Rocío,
para recoger a nuestro Milagroso Simpecado tras la misa de romeros, la carreta
de plata –clásica partenonianamente entre todas las que peregrinan- con
clavellinas carmesíes, en ramos muy sueltos, discretos y elegantes.
No vamos a descubrir ahora que el
clavel, la clavellina en concreto, es la flor por antonomasia de España y, en
grado indiscutible, de Sevilla, donde se enseñoreó de corrales, patios,
ventanas y balcones. Mucho más, si cabe, en las casas populares del arrabal que
nos acoge desde hace doscientos años, Triana, Guarda y Collación de Sevilla, en
su famosísima Cava –foso que rodeaba ampliamente a la fortaleza almohade que
protegía, de esta parte del Río, la puente de barcas, luego denominada Castillo
de San Jorge-.
La tonalidad carmesí es la que tienen
de fondo las Armas Chicas del Cabildo Secular de la Muy Noble, Muy Leal, Muy
Heroica, Invicta y Mariana Ciudad de Sevilla (Senatvs Popvlvsqve Hispalensis,
S.P.Q.H.) donde campea el “no-madeja-do” (NO8DO) de Don Alonso El Sabio, El Rey
Nuestro Señor (q.D.g.), fundador de la Iglesia Parroquial de Señora Santa Ana.
Dicha tonalidad –entre el rosa y el rojo, ambos, colores litúrgicos- puede
simbolizar reunidos: amor, agradecimiento y gracia.
El rojo es el color de la fiesta de
Pentecostés, la venida del Espíritu Santo, la Divina Misericordia y el Amor
(Charitas) y, por consiguiente, la entrega en la Pasión para la Redención. El
rosa se utiliza en tiempo de espera y penitencia, simbolizando una atenuación
del rigor, en concreto: los domingos de Gaudete (tercero de Adviento) antes de
la Pascua de Navidad y de Laetare (cuarto de Cuaresma) antes de la de
Resurrección. Ni que decir tiene que durante nuestra anual peregrinación a la aldea
de El Rocío lo que celebramos es la venida de la Tercera Persona de la
Santísima Trinidad sobre la Virgen, además de los Apóstoles, como Mediadora de
la Divina Misericordia y su Amor –rojo- a la que rogamos su intercesión para el
perdón de nuestros pecados –morado- de una forma con cierta relajación
penitencial en la espera –rosa- de ver concedidas nuestras súplicas, y que no
consiste, dicha atenuación alegre de tinte festivo, en como algunos se la
toman, cogiendo el rábano por las hojas. Esto, en fin, simbolizaría la
tonalidad carmesí.
**
El sábado 18 en la pernocta de
Palacio apareció la carreta adornada de flores silvestres con tonalidades
verdes, blancas y moradas. Flores del campo, marismeñas en este caso, en el
último tramo de la peregrinación para postrarnos a las Benditas Plantas de
Santa María de las Rocinas y rogarle la intercesión por el perdón de nuestros
pecados y la concesión de determinadas gracias e intenciones ante su Hijo, El
Pastorcito Divino, Segunda Persona de la Santísima Trinidad.
Rogarle a Ella como Reina que es de
las Marismas Terrenas, donde apacienta los ganados en su Redil de Divina
Pastora de nuestras Almas –advocación mariana de origen netamente sevillano: el
capuchino Fray Isidoro de Sevilla (1703)-: el Lacvs Ligvstinvs de las fuentes
escritas de la Antigüedad, esto es, los cauces bajos de Guadalquivir y
Guadalete, el solar tartésico –El Carambolo en Castilleja de la Cuesta- y la
Bética –Hispalis, Italica, quizás Traiana-, Andalucía La Baja, donde situaban
el Jardín de las Hespérides con sus manzanas doradas, más allá de la Columnas
de Hércules (Non Plvs Vltra) en el Finis Terrae, pero también el Hades (el Más Allá)
con su Érebo y la Laguna Estigia (entrada), los Campos Elíseos (Gloria), los
Prados Asfódelos (Purgatorio) y el Tártaro (Infieno) de la Mitología Clásica.
Pero también Reina de las Marismas
Celestes, como Virgen Concebida Pura y Limpia del Pecado Original –blanco-,
Madre de Dios y Corredentora Medianera de todas las Gracias Asunta en el Cielo,
de la que esperamos –verde- la intercesión para el perdón –morado- de nuestros
pecados tras cumplir la penitencia, en este caso, mediante peregrinación.
***
El martes 21 para la vuelta, la
Carreta Simpecado exhibió un exorno floral en tonalidades de verde, morado y
amarillo –desde el pajizo trigueño hasta el dorado anaranjado- en el que
destacaban espigas y unas grandes a modo de margaritas que semejaban girasoles.
Espigas de trigo como fruto de la
cosecha espiritual de la romería, penitencia por nuestros pecados –morado- y de
la que esperamos –verde- la Gracia por intercesión de Nuestra Señora la Virgen
en su advocación de Rocío; y como símbolo del Pan Eucarístico -dorado- por la
que gozamos de la real presencia de Su Divina Majestad en la Tierra y del que
nos alimentamos espiritualmente.
Girasol, en fin, porque regresamos en
sentido contrario al Sol, caminamos hacia el Levante pero nuestra vista vuelve
a mirar al Poniente en donde queda la Gracia consoladora de María Santísima.
Dejamos el Ocaso del Pecado y volvemos al Orto de la Gracia, y si el Sol se
puso por Occidente –la Caída- volverá a salir por Oriente –el Perdón-. Símbolo
en la Antigüedad Clásica del castigo de la ninfa Clitia que, despechada,
intentó vengarse de su amado Helios Apolo, dios del Arte y la Medicina, que
queda transformada en helianthus (girasol). Flor que pasa a simbolizar en el
cristianismo a la Virgen, Madre de Dios, que no tiene sino puesta
permanentemente la mirada en su Hijo –Segunda-, intercediendo ante Él, para que
derrame la Gracia de la Divina Misericordia del Paráclito –Tercera- sobre el
Valle de Lágrimas de nuestras vidas. Y símbolo también, esta flor, de la corona
real que puso sobre sus Benditas Sienes el Padre Eterno -Primera Persona de la
Santísima Trinidad- para que reinase sobre Cielos y Tierra y fuese Corredentora
del Género Humano. Dios Trino que nos aplica su Divino Arte, la Gracia,
mediante su Sagrada Medicina: Perdón de los Pecados y Comunión con su Cuerpo y
su Sangre.
****
Por último, el jueves 23, salió la
Carreta de la Hacienda de Torrequemada, hacia Castilleja camino de Triana,
adornada simple, sencilla y llanamente con ramos compuestos por las flores con
que se La mienta en la Salve que Le dedica su Antigua Hermandad de Sevilla:
[…]
“Eres mata de romero,
Lirio marismeño,
Ramo de jazmín,
Azucena de Triana,
Tallo de albahaca,
Rosa y alhelí.”
[…]
Así lo he querido ver y de esta forma
lo iba interpretando al caminar al compás junto a la Carreta del Milagroso
Simpecado de nuestra gloriosa Pontificia, Real, Imperial, Ilustre y Fervorosa
Antigua Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Sevilla en Triana. Una
constelación floral de símbolos e imágenes que me han ayudado estética y
religiosamente a vivir los gozos espirituales que nos depara peregrinar
anualmente por Pentecostés hasta postrarnos a los Pies de la Pastora de las
Rocinas y de su Divino Hijo. Gracias de nuevo a Prioste, colaboradores y, de
manera extensiva, a la Junta de Gobierno que preside NH Mayor el Sr. Rivas.
Ojalá que en futuras ocasiones se vuelvan a hacer las cosas como en ésta
siempre así de bien, para lo cual alzo mis ruegos:
¡Regina Roris, ora pro nobis!
Respuestas a encomiásticas palabras
de –claro- amigos rocieros:
“La suerte ha sido mía, Don Fulano, al
poder compartir el camino de vuelta al lado con un rociero de corte tan clásico
como Vd. Gracias por la compañía, la charla, los silencios y todas aquellas
cosas que compartimos los romeros que nos acogemos lo más cerca posible de La
Simpecado y el amparo de tan amplio su manto. Un fraternal abrazo.
“Arte puro, Don Mengano. Como dijo
uno con toda la gracia cuando contemplábamos por la noche en Palacio el trabajo
frenético de priostía poniendo flores: - ¡Qué presioso! ¡Eso eh, concho –léase:
coño-, que parecía ehto er paso de la Virguen der Valle con loh ramoh
bicógnicoh –pronúnciese con toda la mala intención entre ene y eñe.”
A un amigo que con guasa preguntaba
de qué estilo creía que eran los exornos florales:
“Pues siendo de Triana, Don Zutano,
yo los catalogaría de escuela Flamenca, con influencias directas del Gótico de
Santa Ana y de raigambre en el Bronce de la Cava. Es mi deber informarle que, a
mi modesto entender, existen claras reminiscencias de las Escuelas Salmantina y
Austriaca, incluso de la de Chicago, de liberales pues nuestra Hermandad es
privada y vive de las cuotas de NNHH y donaciones varias. Ya ve: Liberalismo
puro. Esto se llama: citar Vd. con el “cartucho de pesca’o” y rematar la tanda
de naturales, yo, con un kikirikí. Vamos, un homenaje a la inteligencia y la
inspiración, la gracia que se nos ha ido: Pepe Luis.”
“Felicidades a ti por tu balcón
adornado con fondo celeste Purísima al paso de la Hermandad por Castilleja. Y
gracias por los buenos momentos compartidos. El auténtico deleite, Don Perengano,
es contemplar a la Carreta de nuestro Milagroso Simpecado y más si va adornada
con tanto gusto y con tanta intención como ha ido: maravillosa.
“Es que ha sido, Doña Menganita, un
sobresalto de pura emoción cada vez que te dabas de cara con un nuevo exorno de
la Carreta. Los cuatro. Y cuando el pellizco de la emoción te viene porque te
han tocado tus cuerdas más delicadas –sensibilidad- y depuradas –estudio- con
los dedos más afinados por gusto –estética- e intención –simbolismo- de los más
altos quilates, afluyen a la mente los pensamientos y asociaciones de arte y
religiosidad más elevados espiritualmente. Ha sido un gozo –gozada, que se
diría ahora- lo sentido, lo pensado y lo orado.
Fotografías: Áureo Sanz Ruiz
No hay comentarios:
Publicar un comentario