sábado, 18 de enero de 2014

La Liberal Escuela de Salamanca de la segunda escolástica





          Respuesta a propósito de un video sobre economía y ética de una Universidad católica colgado por una amiga:





Juan de Mariana, SI (1536-1624)




         "Qué trabajo les –nos- cuesta a los católicos reconocer la vigencia de la propiedad privada –como una de las partes garantes de la libertad del individuo y, por tanto, del reconocimiento de cada persona como centro del Universo, creada a imagen y semejanza de Dios-, de la iniciativa individual, de la economía de mercado y del capitalismo, bajo el imperio de la ley, creando riqueza y prosperidad –dignidad de las personas, al fin- como sostiene la escuela liberal austriaca en su teoría económica de la acción humana.




Francisco de Vitoria, OP (1483-1546)




          Acción humana en libertad –por individuos libres e iguales ante la ley- regida, en todo caso, por el imperio de las normas dadas –el respeto de pactos y contratos-, la mutua confianza y la ética –de inspiración cristiana-. Liberales austriacos –ni siquiera creen en el intervencionismo estatal monetario como los de la escuela de Chicago- cuyos predecesores son los pensadores –dominicos y jesuitas, mayoritariamente- de nuestra escolástica neotomista y admirable Escuela de Salamanca del siglo XVI, que pusieron las bases de los actuales Derechos Internacional y de Gentes, y de las teorías del capitalismo, mercado y monetarias vigentes desde el punto de vista liberal.




Francisco Suárez, SI (1548-1617)




          Gloria a los Padres Francisco de Vitoria, OP (1483-1546), el fundador de la escuela, Domingo de Soto, OP (1494-1570), Martín de Azpilcueta, OSA (1493-1586), Tomás de Mercado, OP (1500-1575), Domingo Báñez, OP (1528-1604), Luis de Molina, SI (1535-1601), Juan de Mariana, SI (1536-1624) y Francisco Suárez, SI (1548-1617). 

          Como se puede ver, tanto “ilustrados” como masones y fabianos de toda laya y condición –ingenieros sociales y "arquitectos", liberticidas en toda regla, fundamentalmente unidos por su anticatolicismo primario- han puesto desde hace más de doscientos años el punto de mira, principalmente, sobre la Orden de Predicadores y Compañía de Jesús, como baluartes de la Cristiandad y, por tanto, de la Libertad en última instancia. Y a fuer que lo han conseguido, pues los últimos embates periconciliares, en forma de marxismo disfrazado de “teología de liberación”, han deshecho prácticamente –desde el punto de vista espiritual y carismático- a las fundaciones de dos españoles: Domingo de Guzmán e Íñigo de Loyola. 

          Ojalá que bajo las enseñanzas de los dos últimos pontífices, el Papa Santo y el Papa Sabio, empecemos los católicos a contemplar la pobreza como una consecuencia de la falta de libertad. Desde un punto de vista liberal: pobreza como falta de creación de riqueza. La pobreza como generadora de injusticia, y no al revés: es la riqueza y la prosperidad las que generan justicia y acaban con la desigualdad por causa de la injusticia. La pobreza no como consecuencia de que haya riqueza –la explotación, la lucha y toda la farfolla marxista- sino como la falta o imposibilidad de creación de riqueza, esto es, de la acción humana en libertad: propiedad, igualdad y respeto ante la ley, ética cristiana." 




Martín de Azpilcueta, OSA Doctor Navarrvs (1493-1586)







Francisco De Zurbarán. "Apoteosis de Santo Tomás de Aquino" (1631). Museo de Bellas Artes de Sevilla.



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