jueves, 9 de enero de 2014

"Tacatá... ta"

MARCO DE JEREZ





          Mire, lector, que después de cinco mil años mal contados de civilización –lo de Atapuerca nos coge un poco a trasmano– van y te parten los esquemas.








          Empiece Vd. a controlar la Naturaleza con la agricultura y la ganadería desde la Revolución del Neolítico. Que surja la cultura urbana con nuevas relaciones de la sociedad y la individualidad personal. Después de las grandes civilizaciones fluviales y la aparición de la Ciencia, el Derecho y las Letras. Ilumine la luz helena al hombre como individuo frente a sí mismo, los demás y el Mundo: háganse Saber y Arte. Universalice (globalizar se diría ahora) con Roma administrativa y económicamente el Orbe, respetando creencias y culturas. Predique Amor Fraterno y Paz, la igualdad del alma a pesar de sexo, raza o condición. Soporte invasiones de bárbaros por el Norte y el Sur; espere a que asimilen peregrinando hasta el Renacimiento milenarista. Comience a separar lo temporal y lo espiritual. Géstese el Estado Moderno frente a reyezuelos y señores. Tenga un Humanismo y una Ilustración. Desarróllese el pensamiento racional: Ciencia y Técnica. Haga una Revolución por la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. Consiga sufragio universal, democracia, sociedad laica, libertad de pensamiento y creencias. Todo salpicado de mucho periodo obscuro; mucha nube; tanta lucha, prisión, sangre y muerte por la Libertad y un estado jamás alcanzado por la Humanidad y disfrutado por no muchos hombres.








         Ahora se sienta en su casa, después de una jornada de agotador trabajo, enciende el televisor y aparecen cuatro moros diciendo peligrosas payasadas y encima amenazando. Y cambia. Pues no es todo, que te enchufas Canal Sur y sale –"tacatá... ta"– el programita de turismo. Y entre mucho “golf”, “restauración”, “evento (perdón) cultural” y cutrerío, venga música mora y –"tacatá... ta"– el “legado andalusí” para arriba y para abajo.








          Pues hasta “árabes” son nuestros polvorones y mostachones con el paladar que les da la mantequita. Y se me atragantan Fino y jamón. Y me remuerde la conciencia pensando en tanta niña mona descubierta por la calle. Y entono el mea culpa por lo que me gustan las imágenes y una Semana Santa. Y prometo no bailar en la Feria con flamencas entalladas y dos copitas encima. Y comienzo a sentirme extranjero porque yo de ese “legado"... nada he recibido.








          Pues esta ocultación de la verdad, estas prostituciones históricas con miras a propalar nacionalismos medradores son tan graves como haber menguado las Armas de Jerez de castillos y leones. A más de dos –de aquí y de Sevilla– los mandaba pa’ Afganistán –por lo menos a correr la maratón de Kabul– con un turbante puesto. Lo malo es que nos quedábamos sin seda (por lo de la Ruta, hombre)." Tacatá... ta".





                                                                                                      AUREO SANZ RUIZ


Publicado en el diario “ABC. Edición de Jerez” el 2 de Noviembre de 2001, Viernes.









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